Los Cucurrumachos de Navalosa

Estamos en carnaval y, como no, hay que buscar algo distinto para hacer un reportaje para el blog, así que, qué mejor que ir a Ávila, a Los Cucurrumachos de Navalosa. Un carnaval tranquilo, donde sus gentes te hacen sentir su fiesta como si hubieras nacido en Navalosa.

Llegamos pronto a Navalosa creyendo que habría “jaleo” por las calles, y la verdad, es que algo de “jaleo” había, pero poco, la noche anterior había sido larga en el pueblo. Los quintos habían estado toda la noche del sábado de carnaval de fiesta, después de talar, arrastrar y plantar un chopo inmenso en el centro de la plaza. En la mañana, éstos, ya vestidos de “bonito” y acompañados por un burro para cargar, se ocupaban de pedir la voluntad, comida, bebida e incluso dinero por las casas del pueblo.

Esta fiesta según nos cuentan por las calles los lugareños se recuerda de toda la vida, incluso en la dictadura franquista, cuando estuvo prohibida, los vecinos esquivaban a la guardia civil y la celebraban.

Los Cucurrumachos de Navalosa

A eso de las 14 horas empezamos a ver movimiento en la plaza, algunas gentes del pueblo invitaban a huevos y patatas revolconas a todo el que pasara por ella, como fue mi caso.

Nosotros queríamos ver a los “cucurrumachos“, que tienen como misión hacer ruido, armar barullo y tirar paja a la gente que se agolpa para verlos y, ahora, fotografiarlos.

A eso de las 16 horas nos dijeron que cerca de los pilones había unos garajes donde se juntaban casi todos los “cucurrumachos” y empezaban a vestirse (aunque alguno se viste en su propia casa , éstos son pocos). Así que nos acercamos y muy amablemente nos dejaron entrar y empezar con las fotos.

Los cucurrumachos de Navalosa visten una manta pinguera que confeccionan ellos mismos y que, después, cubren con ropas viejas. Además, se caracterizan por cubrir su cabeza con máscaras con cuernos de vaca o cabra, echando por delante abundante crines de vaca o equino (pelo largo y grueso) con el fin de que no se les reconozca al no verse su cara. En la cintura llevan un gran número de cencerros y en sus manos puedes encontrar de todo, desde cestos de paja hasta garrotes o cráneos de animales.

Después de hacerles fotos, Los Cucurrumachos de Navalosa se dirigen hacia la plaza donde les esperan los quintos, aquí la historia es hacer ruido con los cencerros y  asustar a la gente tirandoles paja, como ya te dije anteriormente, pero con mucho respeto, la verdad.

Este recorrido dura pocos minutos hasta llegar a la plaza, en donde los quintos esperan haciendo un corro alrededor del ciprés que plantaron la noche anterior. Rodeando a los quintos, hay otro corro en círculo que corresponde a las madres de los mismos. Parece que la idea es protegerlos de los cucurrumachos, que se juntan en el círculo exterior más amplio. Al poco tiempo, desde el balcón del ayuntamiento, se empiezan a decir versos y se anuncia lo que han conseguido de regalos los quintos, mientras todos dan vueltas en círculo y los Cucurrumachos hacen ruido y siguen tirando paja entre verso y verso.

Navalosa en google maps