Campo de concentración de Sachsenhausen

El campo de concentración de Sachsenhausen es uno de los más cercanos a la ciudad de Berlín y, por lo tanto, una de las visitas y lugares a tener en cuenta en vuestra ruta por Berlín y sus alrededores. En mi caso, deciros que, inicialmente, no había pensando en visitar ningún campo de concentración nazi debido a la brutalidad de todo lo que se vivió en ellos y lo que podía hacerme sentir, pero tras visitar el monumento al holocausto, finalmente, me decidí en hacer visitar el campo de concentración de Sachsenhausen más próximo a Berlín.

Historia del campo de concentración de Sachsenhausen

El campo de concentración de Sachsenhausen fue construido en 1936 en Oranienburg, Brandeburgo, a algo más de 40 km de Berlín. Inicialmente su objetivo no era el de un “campo de eliminación o aniquilación” propiamente dicho, sino un campo para recluir a presos políticos. Posteriormente, durante la segunda guerra mundial, el campo de concentración Sachsenhausen pasó a ser uno más de los campos de concentración en donde eliminar, explotar , someter a trabajos forzados y experimentar con todos aquellos opuestos a la ideología del momento, tanto por sus creencias religiosas o políticas como por sus tendencias personales no sólo prisioneros de guerra sino también judíos, homosexuales, gitanos, exiliados españoles como Francisco Largo Caballero, etc.

Así entre los años 1936 y 1945 más de 200.000 personas fueron registradas en el campo de concentración Sachsenhausen a pocos kilómetros de la ciudad Berlín.

De este modo, en el campo de concentración de Sachsenhausen se llevaron a cabo los asesinatos de más 30.000 personas, que también fueron sometidos a experimentos médicos, cuya principal “falta por no llamarlo delito” como ellos indicaban, era ir en contra de lo que se marcaba como “ideal o normal” en ese momento, ya fueran prisioneros de guerra, judíos, gitanos u homosexuales.

En 1945, los supervivientes del campo de concentración de Sachsenhausen fueron liberados por tropas soviéticas que transformaron este campo en un campo especial del NKVD para reclusos políticos que estuvo operativo hasta 1950, momento en el cual, se procedió al cierre y desmantelamiento del campo de concentración.

Alrededor de 60.000 personas fueron recluidas durante esta época y unas 12.500 personas más acabaron muriendo durante este período, no fusiladas o por gas, pero sí por malnutrición y diversas enfermedades.

Como pequeño apunte, indicaros que en el campo de concentración de Sachsenhausen se estableció la sección especial de falsificadores en donde destaca la falsificación de monedas o billetes. Para entender más sobre este tema os recomiendo ver la película “Los falsificadores” de Stefan Ruzonitzzky basada en hechos reales y ganadora de un Óscar en 2008.

Desde 1993, el campo de concentración de Sachsenhausen pasó a ser un memorial y museo por la Fundación de memoriales de Brandeburgo para recordar y conmemorar a todas aquellas personas que sufrieron y murieron aquí.

Visitando el campo de concentración de Sachsenhausen: Entrada

Al llegar, os encontraréis con un edificio blanco, el centro de visitantes, en donde podréis haceros con una audioguía y un mapa del recinto, si bien, en este caso, realmente, creo que es necesario apuntaros a alguna visita guiada, sino la habéis cogido ya para llegar aquí desde Berlín, como os explicaré más adelante.

Nada más entrar en el campo de concentración de Sachsenhausen te encontrarás con las rejas de la puerta de la entrada en donde aparece la típica frase de los campos de concentración “Arbeit macht frei – el trabajo os hace libres”. Hay que ver el morro que tenía esta gente, entre otras cosas peores.

Visitando el campo de concentración de Sachsenhausen: Barracones y Museos

A partir de aquí, podréis visitar los diferentes pabellones y museos abiertos, así como los diferentes memoriales levantados.

Es importante que tengáis en cuenta que los barracones y toda la zona exterior del patio han sido reconstruidos, ya que cuando se cerró el campo de concentración de Sachsenhausen, se procedió a su completo desmantelamiento.

No obstante, la reconstrucción se ha realizado teniendo en cuenta toda la documentación referente de la época, con el fin de simular lo más verazmente posible la situación del campo.

Entre los diferentes barracones y zonas a visitar destaca las torres de vigilancia, los pabellones 38 y 39 con diferentes exposiciones sobre la vida de los presos en Sachsenhausen así como la Cocina, la Lavandería o la Prisión. Es escalofriante pensar como cientos de personas eran confinadas en un espacio tan pequeño y con tan poca luz.

No obstante, deciros, que en mi caso, me resultó bastante duro entrar en algunos de los barracones de Sachsenhausen, en especial, el barracón que se suponía era para las pruebas médicas. Observar ese barracón, y escuchar lo que allí se llevaba a cabo, creo que no deja indiferente a nadie.

En la zona del patio, podrás encontrar varios monumentos como memoriales a los sufrimientos y al daño que se llevó a cabo en el campo de concentración de Sachsenhausen. Así, podrás ver “El Monumento en memoria a los prisioneros” por todos aquellos que se vieron explotados por la SS, o “El Obelisco” erigido en 1961 por la antigua Unión Soviética en memoria de la liberación de los prisioneros. En este Obelisco aparecen los típicos triángulos rojos asignados a los presos políticos y una estatua conmemorativa de la liberación por un soldado soviético de dos prisioneros.

Finalmente, en la zona de los fusilamientos, podrás ver también que todos los países de los prisioneros que estuvieron allí, entorno a 34 países diferentes, han colocado placas en memoria de los que murieron allí.

Más alejadas de la entrada encontrarás las zonas más duras, en donde se llevaron a cabo los macabros asesinatos como la cámara de gas, la fosa común o el crematorio. Realmente es sobrecogedor entrar en estas zonas y escuchar todo lo que tuvieron que sufrir aquellas personas sólo por pensar o ser diferentes. Es tremendo pensar y escuchar el horror que pasaron todos ellos. De hecho, cuando te quedas sólo en estas zonas, no puedes dejar de sentir aún el abrumador silencio y vacío que te llevan a darte cuenta del horror del que es capaz el ser humano, así como tener la esperanza de que algo así nunca vuelva a ocurrir. He de decir que, en ciertas zonas, como me pasó en la zona de los hornos crematorios, no sé si por sugestión de lo que estás escuchando o la realidad, todavía se llega a oler el horror de la carne quemada. Seguro que es por sugestión, pero…

Cómo llegar al campo de concentración de Sachsenhausen desde Berlín

Para llegar al campo de concentración de Sachsenhausen desde Berlín cuentas con varias opciones desde un tour privado hasta ir por tu cuenta en coche o en transporte público. En el primer caso, encontraréis tours guiados sin transporte incluido por unos 15-20 €/persona. Todos ellos cuentan con que tengas el bono o el billete válido para zonas ABC (unos 3 €/billete). En el caso de que optéis por ir por vuestra cuenta, indicaros que os llevará entorno a una hora tanto en transporte público como en coche.

Para ir en transporte público, como en el caso de los tours guiados, deberéis contar con un billete o bono válido para zonas ABC. Una vez asegurado esto, la mejor opción es coger la línea S1 de tren en dirección Oranienburg y, desde aquí, coger el autobús 804 u 821 con parada en Gedenkstätte, o ir andando desde la estación de Oranieburg siguiendo los carteles que veréis, lo que os supondrá unos 20 minutos. También tenéis opciones de trenes regionales (RE5 o RB12) con menor frecuencia, de ahí que os recomiende coger el S1 con frecuencia cada 20 minutos.

Finalmente, en caso de que decidas ir en coche, la mejor opción es ir dirección Hamburgo por la A111. Cuando llegues a Oranienburger Kreuz sigue por la A10 saliendo por Birkenwalder, y continúa por la B96 hasta Oranienburg. Este trayecto te llevará unos 50 minutos ya que la distancia de Berlín al campo de concentración Sachsenhausen es de unos 35 km. Un vez aquí, es fácil llegar al campo de concentración de Sachsenhausen siguiendo las indicaciones que verás en los diferentes carteles que irás encontrando en el pueblo.

Otros datos, Sanchenhausen Campo de Concentración: Horarios y precios

El campo de concentración Sachsenhausen, como otros campos de concentración nazi, se compone del memorial y museos. El memorial está abierto al público todos los días de 8:30 a 16:30 horas del 15 de Octubre al 14 de Marzo y de 8:30 a 18:00 horas del 15 de Marzo al 14 de Octubre. ¡Ojo!, a la hora de visitar el campo, ten en cuenta que los museos cierran los lunes en invierno.

En cuanto al precio, la entrada al museo y al memorial es gratuita al tratarse de un monumento y un recuerdo a todos aquellos que perecieron por la brutalidad del ser humano.

No obstante, aquí con el fin de que puedas entender más todo lo vivido y experimentado allí te recomiendo, o bien que cojas una audioguía por 3 € ( precio reducido 2 € si sois un grupo de 10 personas y cogéis 10 audioguías) junto con un mapa del recinto que te darán en el centro de visitantes, u optes por reservar alguno de los tours programados o visitas guiadas en los que varios voluntarios te contarán con mayor detalle todo lo ocurrido en este campo de concentración, desde los experimentos médicos con los prisioneros como las cremaciones llevadas a cabo en los hornos de Sachsenhausen. También podrías reservar tours desde Berlín que te incluirían el precio de entrada y el guía por el recento.

La verdad, en este caso, creo que es necesario ir a alguna de las dos opciones anteriores ya que es el único modo de poder entender en detalle todo lo que ocurrió aquí, más allá de la horrible sensación que seguro sentiréis al entrar al campo de concentración de Sachsenhausen.

Campo de concentración de Sachsenhausen en Alemania

Deciros que el campo de concentración de Sachsenhausen, como el resto de campos de concentración o memoriales, como se conocen actualmente, no es una visita fácil y, de hecho, yo mismo no lo incluí cuando estuve organizando mi ruta por Berlín y sus alrededores por la dureza, soledad y tristeza que sientes al entrar en ellos.

Sin embargo, tras visitarlo, sí os recomiendo y os sugiero que lo incluyáis en vuestra ruta como visita obligada, bien sea éste, por su cercanía a Berlín, u otro diferente, como modo de conmemorar a todos aquellos que sufrieron aquí, e indicar que no “olvidamos” y que, entre todos, lucharemos con lo que cada uno tengamos a mano para que algo semejante no vuelva a ocurrir jamás.

Localización en google maps 

Como antes he indicado, el ser humano es capaz de las mayores atrocidades y horrores, pero también es capaz de hacer grandes cosas, y es con esto último, como esperanza del trabajo de estos memoriales, como el del campo de concentración de Sachsenhausen, con lo que quiero quedarme.